La denuncia de Jesús Alvarado en su blog sobre la supuesta frase de Ziganda en el partido Sevilla-Osasuna ha traído cola el fin de semana. Es una frase tan lamentable que no pienso repetirla en esta entrada, pero sí me gustaría entrar en la polémica sobre si realmente el entrenador osasunista la pronunció.
No conozco personalmente a ninguno de los dos, ni a Ziganda ni a Alvarado, pero he de decir que este incidente chocaría frontalmente con la imagen que me había formado del "Cuco" por sus apariciones públicas. Por otro lado, he seguido el blog de Alvarado desde hace bastante tiempo, y hasta ahora no le han pillado en una sola mentira.
Así las cosas, resulta difícil creer tanto que uno diga eso, como que el otro denuncie en falso. Pero hay otras consideraciones, que en mi opinión juegan en contra del entrenador rojillo:
En primer lugar, todos pudimos ver que Ziganda perdió totalmente los papeles tras el penalti (que en mi opinión, no fue tal). En el estado de nervios que presentaba, cabe la posibilidad de que dijera cualquier barbaridad.
En segundo lugar, Jesús Alvarado dice que tiene varios testigos, y que aunque ahora no quieren dar la cara, hablarán "donde tengan que hablar", lo que evidentemente se refiere a un hipotético juicio. Nadie lanza un órdago de este calibre sin estar muy seguro de lo que hace, y menos un licenciado en Derecho como este "bloguero" sevillista.
Y en tercer lugar, que Ziganda lo haya desmentido no significa absolutamente nada, excepto para los muy amigos suyos. Si lo hubiera admitido, tendría que dejar el fútbol -como mínimo-, dada la gravedad del incidente. La única opción que tiene, sucediera o no, es negarlo.
(Como inciso diré que me parece mal que estas cosas salgan a la luz. En el mundo del fútbol siempre se ha mantenido que lo dicho en un terreno de juego debe quedarse ahí, por muy grave que sea. A mí, como sevillista, no me gustaría ver publicado lo que Cristóbal Soria le debió de decir a Ziganda antes de que éste le agrediera, o lo que le diría a Serra Ferrer antes de la famosa patada del entonces entrenador del Betis).
En fin, el tiempo dará y quitará razones. Y no hará falta mucho tiempo, porque desde Osasuna afirman que presentarán una querella. A mí me parece que eso no sucederá, porque si Alvarado dice que tiene testigos, no creo que los pamplonicas se arriesguen a que éstos declaren. Y además, la partida mediática ya la han ganado, pues en toda la prensa deportiva nacional se da la desafortunada frase por falsa, y se critica a Alvarado en lugar de a Ziganda.
¿Que ocurrirá si pasa una semana y Osasuna no ha presentado la querella? Nada, absolutamente nada. ¿O alguién cree que un solo periódico deportivo o un solo programa de radio dirá: "El Osasuna no se ha atrevido a presentar la querella contra Alvarado, con lo que se demuestra que Ziganda sí dijo la terrible frase"?
No conozco personalmente a ninguno de los dos, ni a Ziganda ni a Alvarado, pero he de decir que este incidente chocaría frontalmente con la imagen que me había formado del "Cuco" por sus apariciones públicas. Por otro lado, he seguido el blog de Alvarado desde hace bastante tiempo, y hasta ahora no le han pillado en una sola mentira.
Así las cosas, resulta difícil creer tanto que uno diga eso, como que el otro denuncie en falso. Pero hay otras consideraciones, que en mi opinión juegan en contra del entrenador rojillo:
En primer lugar, todos pudimos ver que Ziganda perdió totalmente los papeles tras el penalti (que en mi opinión, no fue tal). En el estado de nervios que presentaba, cabe la posibilidad de que dijera cualquier barbaridad.
En segundo lugar, Jesús Alvarado dice que tiene varios testigos, y que aunque ahora no quieren dar la cara, hablarán "donde tengan que hablar", lo que evidentemente se refiere a un hipotético juicio. Nadie lanza un órdago de este calibre sin estar muy seguro de lo que hace, y menos un licenciado en Derecho como este "bloguero" sevillista.
Y en tercer lugar, que Ziganda lo haya desmentido no significa absolutamente nada, excepto para los muy amigos suyos. Si lo hubiera admitido, tendría que dejar el fútbol -como mínimo-, dada la gravedad del incidente. La única opción que tiene, sucediera o no, es negarlo.
(Como inciso diré que me parece mal que estas cosas salgan a la luz. En el mundo del fútbol siempre se ha mantenido que lo dicho en un terreno de juego debe quedarse ahí, por muy grave que sea. A mí, como sevillista, no me gustaría ver publicado lo que Cristóbal Soria le debió de decir a Ziganda antes de que éste le agrediera, o lo que le diría a Serra Ferrer antes de la famosa patada del entonces entrenador del Betis).
En fin, el tiempo dará y quitará razones. Y no hará falta mucho tiempo, porque desde Osasuna afirman que presentarán una querella. A mí me parece que eso no sucederá, porque si Alvarado dice que tiene testigos, no creo que los pamplonicas se arriesguen a que éstos declaren. Y además, la partida mediática ya la han ganado, pues en toda la prensa deportiva nacional se da la desafortunada frase por falsa, y se critica a Alvarado en lugar de a Ziganda.
¿Que ocurrirá si pasa una semana y Osasuna no ha presentado la querella? Nada, absolutamente nada. ¿O alguién cree que un solo periódico deportivo o un solo programa de radio dirá: "El Osasuna no se ha atrevido a presentar la querella contra Alvarado, con lo que se demuestra que Ziganda sí dijo la terrible frase"?
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