En su película Manhattan, el personaje de Woody Allen siente su orgullo masculino herido cuando su mujer le abandona por... otra mujer. Está claro que si le hubiera dejado por un Richard Gere, o un Harrison Ford, aunque nadie le habría quitado la tristeza, al menos no se hubiera sentido humillado, pensando en qué tipo de hombre sería para que, después de convivir con él, a su esposa empezaran a gustarle las mujeres.
Y es que cuando te abandonan, también es importante para tu autoestima saber por quién te dejan.
En el caso del Sevilla F.C., y si vemos los jugadores importantes que en los últimos años han dejado el club por decisión propia, es decir, que querían irse ellos y no fue el club el que les buscó salida, vemos que Baptista y Ramos se fueron al Real Madrid, Alves y Keita se han ido al Barcelona, y Poulsen a la Juventus.
Todos han elegido clubs que están entre los 10 mejores del mundo sin ninguna duda. Clubs históricos, con mucho dinero, por supuesto, pero también con un nivel deportivo que para los jugadores les supone llegar a lo más alto. Y es que el Sevilla F.C. está justo en el escalón siguiente al de estos clubs, no es un grande absoluto, no es un histórico europeo, pero está ahí, a un paso. Un paso difícil, que muy pocos clubs llegan a dar. Pero no es mal lugar para estar, más bien es un lugar por el que merece la pena luchar para mantenerse.
Si sólo nos dejan por los mejores, es que no hay más equipos entre los mejores y nosotros. Eso es bueno.
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