También hay que saber sufrir para ganar
Hay equipos que hacen un gran fútbol de ataque (pocos), y hay equipos que son especialistas en hacer una gran defensa (muchos). Y también hay equipos que saben atacar cuando hay que atacar, y defender cuando hay que defender (poquísimos). El Barcelona, por ejemplo, es una máquina ofensiva, con juego por bandas, por el centro, regates, paredes... Pero el Barça también dio muestras la temporada pasada, sobre todo en Liga de Campeones, de saber ganar marcando primero y replegándose el resto del partido para salir al contraataque. Eso hace un equipo equilibrado y capaz de enfrentarse a cualquier tipo de partido o de rival.
El Sevilla este año está marcando goles, está imponiéndose con claridad a casi todos los rivales, pero a veces salen partidos en que no puede jugar como le gusta, es decir, teniendo el balón. Entonces llegan los agobios defensivos, y todo el mundo tiene que trabajar para evitar el gol. El de San Mamés ha sido uno de esos partidos, y el Sevilla ha demostrado que sabe jugarlos, que cuando hay que sufrir, sufre, pero gana. Desde Kanouté sacando balones por alto, hasta Palop demostrando que es el mejor portero de la Liga, todos están donde hay que estar.
Por cierto, parece que Luis Fabiano está empezando una racha goleadora. A ver si le dura toda la temporada.
Así lo vieron otros:
mundo deportivo: "El Sevilla pone patas arriba San Mamés"
aupaAthletic.com: "El Athletic se mete en puestos de descenso"
eurosport: "El Sevilla no para de sumar"
Hay equipos que hacen un gran fútbol de ataque (pocos), y hay equipos que son especialistas en hacer una gran defensa (muchos). Y también hay equipos que saben atacar cuando hay que atacar, y defender cuando hay que defender (poquísimos). El Barcelona, por ejemplo, es una máquina ofensiva, con juego por bandas, por el centro, regates, paredes... Pero el Barça también dio muestras la temporada pasada, sobre todo en Liga de Campeones, de saber ganar marcando primero y replegándose el resto del partido para salir al contraataque. Eso hace un equipo equilibrado y capaz de enfrentarse a cualquier tipo de partido o de rival.
El Sevilla este año está marcando goles, está imponiéndose con claridad a casi todos los rivales, pero a veces salen partidos en que no puede jugar como le gusta, es decir, teniendo el balón. Entonces llegan los agobios defensivos, y todo el mundo tiene que trabajar para evitar el gol. El de San Mamés ha sido uno de esos partidos, y el Sevilla ha demostrado que sabe jugarlos, que cuando hay que sufrir, sufre, pero gana. Desde Kanouté sacando balones por alto, hasta Palop demostrando que es el mejor portero de la Liga, todos están donde hay que estar.
Por cierto, parece que Luis Fabiano está empezando una racha goleadora. A ver si le dura toda la temporada.
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