Ayer finalizó la tercera de las cuatro competiciones en que el Sevilla F.C. ha participado esta temporada. Pendiente sólo una de ellas, la Copa del Rey, de la cual es finalista, se ha proclamado campeón de la primera, la Super Copa de Europa, campeón de la segunda, la Copa de la Uefa, y ha finalizado tercero de la Liga, disputando el título hasta la última jornada.
Para un club como el Sevilla es una verdadera hazaña haber realizado una temporada como esta, algo al alcance de muy pocos, tanto que nadie más en Europa ha disputado hasta el final todas las competiciones. Haber ganado la Liga hubiera sido el éxtasis, pero la dificultad era enorme, con Barcelona y Real Madrid apeados demasiado pronto de competiciones europeas, lo que les ha dado, sobre todo al Madrid, mucha más frescura en el tramo final de Liga. Por no hablar de otros condicionantes no deportivos que siempre acaban favoreciendo a los mismos.
En los dos últimos partidos el Sevilla no ha podido ganar, ni tan siquiera marcar, perjudicado por las lesiones que se han acumulado al final, y por un evidente cansancio. Pero aún así no ha llegado a caerse de la lucha por el título en ningún momento, al contrario de lo que todo el mundo en el fútbol español esperaba a lo largo de la temporada.
Ahora queda una final importantísima, un título más en juego, y después quedará el recuerdo para la historia del Sevilla de unos meses de ensueño, en los que se jugó, se ganó, se dió espectáculo, y se disfrutó sin límites de algo tan maravilloso como es el fútbol.
Porque el fútbol esta temporada ha tenido un nombre por encima de todos: Sevilla F.C.
Para un club como el Sevilla es una verdadera hazaña haber realizado una temporada como esta, algo al alcance de muy pocos, tanto que nadie más en Europa ha disputado hasta el final todas las competiciones. Haber ganado la Liga hubiera sido el éxtasis, pero la dificultad era enorme, con Barcelona y Real Madrid apeados demasiado pronto de competiciones europeas, lo que les ha dado, sobre todo al Madrid, mucha más frescura en el tramo final de Liga. Por no hablar de otros condicionantes no deportivos que siempre acaban favoreciendo a los mismos.
En los dos últimos partidos el Sevilla no ha podido ganar, ni tan siquiera marcar, perjudicado por las lesiones que se han acumulado al final, y por un evidente cansancio. Pero aún así no ha llegado a caerse de la lucha por el título en ningún momento, al contrario de lo que todo el mundo en el fútbol español esperaba a lo largo de la temporada.
Ahora queda una final importantísima, un título más en juego, y después quedará el recuerdo para la historia del Sevilla de unos meses de ensueño, en los que se jugó, se ganó, se dió espectáculo, y se disfrutó sin límites de algo tan maravilloso como es el fútbol.
Porque el fútbol esta temporada ha tenido un nombre por encima de todos: Sevilla F.C.
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