Un equipo crece deportivamente fichando jugadores que eleven el nivel ya existente en la plantilla. En este proceso de crecimiento se crean tres "castas" en la vestuario:
- Las "estrellas", los que cobran mucho más que los demás, sobre los que debe recaer el peso del equipo. Pueden ser jugadores desconocidos en un principio que se han ganado este estatus con su rendimiento a lo largo del tiempo (Alves), o jugadores fichados cuando ya eran importantes y empiezan ganando como el que más (Poulsen). En cualquier caso, siempre está la duda de si se irán a otro equipo, y eso les da poder para negociar al alza sus renovaciones.
- La "clase media", jugadores de rendimiento alto pero que no llegan al nivel de estrellas, son imprescindibles para el funcionamiento del equipo y aportan el equilibrio a la plantilla. Mientras que las estrellas están siempre en el punto de mira de otros equipos, la clase media es menos mediática, y proporciona continuidad al proyecto deportivo (Escudé, Renato, Adriano...).
- Las "promesas". Son canteranos, o fichajes jóvenes y desconocidos con buenas perspectivas. Están para aprender, echar mano de ellos en caso de lesiones, y aportar frescura en momentos puntuales de la temporada. Cobran poco y todavía no son objeto de deseo de terceros, tienen tiempo para mejorar deportiva y económicamente dentro del equipo (Alfaro, Capel).
En el Sevilla F.C. existen en estos momentos pocas estrellas, mucha clase media y pocas promesas. Pero esa situación está cambiando por dos motivos: uno, el Sevilla crece y para mejorar tendrá que fichar más jugadores estrella; y dos, la clase media, debido a los extraordinarios resultados, se están transformando con rapidez en estrellas. Es necesario que esa clase media que ya recibe ofertas de euipos importantes se quede en el club, al menos la base, y para ello hay que pagarles más, porque su cotización se ha elevado considerablemente.
Y además de evitar que se vayan, hay que impedir que estén descontentos ante una gran diferencia de ficha que existiría con las estrellas que lleguen al equipo, lo que ocasionaría problemas de vestuario. En un equipo todos tienen que estar comprometidos por igual, pero ¿cómo se le exige a un jugador que se sacrifique igual (o más) que otro que cobra diez o veinte veces más que él?
Es bueno vender a un jugador si se consigue una cantidad importante a cambio, pero la base del equipo hay que mantenerla para seguir adelante. Por eso el Sevilla está acertando con el proceso de renovaciones que está llevando a cabo: Navas, Puerta, Renato, Escudé... Para crecer se está renovando a los que ya están, y poniendo sus contratos al nivel que se merecen por su rendimiento, de forma que no haya grandes desequilibrios salariales en la plantilla. Creo que este es el camino.
- Las "estrellas", los que cobran mucho más que los demás, sobre los que debe recaer el peso del equipo. Pueden ser jugadores desconocidos en un principio que se han ganado este estatus con su rendimiento a lo largo del tiempo (Alves), o jugadores fichados cuando ya eran importantes y empiezan ganando como el que más (Poulsen). En cualquier caso, siempre está la duda de si se irán a otro equipo, y eso les da poder para negociar al alza sus renovaciones.
- La "clase media", jugadores de rendimiento alto pero que no llegan al nivel de estrellas, son imprescindibles para el funcionamiento del equipo y aportan el equilibrio a la plantilla. Mientras que las estrellas están siempre en el punto de mira de otros equipos, la clase media es menos mediática, y proporciona continuidad al proyecto deportivo (Escudé, Renato, Adriano...).
- Las "promesas". Son canteranos, o fichajes jóvenes y desconocidos con buenas perspectivas. Están para aprender, echar mano de ellos en caso de lesiones, y aportar frescura en momentos puntuales de la temporada. Cobran poco y todavía no son objeto de deseo de terceros, tienen tiempo para mejorar deportiva y económicamente dentro del equipo (Alfaro, Capel).
En el Sevilla F.C. existen en estos momentos pocas estrellas, mucha clase media y pocas promesas. Pero esa situación está cambiando por dos motivos: uno, el Sevilla crece y para mejorar tendrá que fichar más jugadores estrella; y dos, la clase media, debido a los extraordinarios resultados, se están transformando con rapidez en estrellas. Es necesario que esa clase media que ya recibe ofertas de euipos importantes se quede en el club, al menos la base, y para ello hay que pagarles más, porque su cotización se ha elevado considerablemente.
Y además de evitar que se vayan, hay que impedir que estén descontentos ante una gran diferencia de ficha que existiría con las estrellas que lleguen al equipo, lo que ocasionaría problemas de vestuario. En un equipo todos tienen que estar comprometidos por igual, pero ¿cómo se le exige a un jugador que se sacrifique igual (o más) que otro que cobra diez o veinte veces más que él?
Es bueno vender a un jugador si se consigue una cantidad importante a cambio, pero la base del equipo hay que mantenerla para seguir adelante. Por eso el Sevilla está acertando con el proceso de renovaciones que está llevando a cabo: Navas, Puerta, Renato, Escudé... Para crecer se está renovando a los que ya están, y poniendo sus contratos al nivel que se merecen por su rendimiento, de forma que no haya grandes desequilibrios salariales en la plantilla. Creo que este es el camino.
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