Semifinal de competición europea esta noche en Nervión. El campeón una vez más en apuros, y esta vez tendrá que remontar jugando de local. Hará falta mucha lucha y mucho coraje por parte de los jugadores para sobreponerse al juego físico y directo de Osasuna, para no desesperar conforme pasen los minutos y aún no se haya logrado el objetivo, y para superar el bajón físico que podría aparecer al acercarse el final. Los corazones de los jugadores tendrán que estar calientes, y la afición deberá asegurarse de que esto sea así hasta el último minuto.
Pero hay que tener en cuenta que un gol de Osasuna nos obligaría a marcar tres, por lo que habrá que nadar y guardar la ropa mientras se pueda. Además el Sevilla no podrá caer en el juego sucio y marrullero que intentará Osasuna. No se les puede culpar, son inferiores técnicamente y hasta donde les permita el árbitro (que será mucho) intentarán que se juegue al fútbol lo menos posible. Ahí la experiencia de determinados jugadores sevillistas debería imponer su carácter, no entrar en provocaciones y buscar el ritmo de juego más alto posible. Por eso las cabezas deberán estar frías, y los nervios bien controlados.
Esta noche en el Ramón Sánchez Pizjuán habrá emoción, sufrimiento, disfrute, espectáculo... FÚTBOL.
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