El próximo 23 de junio el Sevilla F.C. disputará la final de la Copa de S.M. el Rey en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid, contra el Getafe C.F. En un acontecimiento como este no podíamos faltar, sobre todo por que es cerca de Sevilla y el coste económico es más asequible que en otros desplazamientos. El club anunció esta semana que el reparto de entradas llegaría al número de abonado 26.000, con lo cual tendré acceso a una de ellas. Ayer me apresuré a sacar los billetes de AVE, y saldré a las once de la mañana del día del partido, con noche en un hotel cercano a Atocha (ya estaba reservada hace tiempo por si acaso) y vuelta el domingo a las doce de la mañana. Si todo sale bien y gana el Sevilla, no creo que pasemos mucho tiempo en el hotel, con las celebraciones y demás, pero por lo menos unas horitas antes de volver sí podremos dormir.
No conozco el Santiago Bernabéu, y tengo ganas de estar en sus gradas, por lo hermoso de su arquitectura y por los acontecimientos históricos que han tenido lugar allí.
Se dice que el Sevilla F.C. podría perder a sus cuatro brasileños para la final de Copa, e incluso para la última jornada de Liga, pues hay posibilidades de que Dunga los convoque para la Copa América de fútbol que empieza el 26 de junio. Lo mismo ocurrirá con Kanouté para el último partido liguero, pues ha sido convocado con la selección de Mali para dos partidos de clasificación de la Copa de África.
Es lo que sucede cuando en un equipo hay tantos internacionales (Duda también ha sido convocado con Portugal), pero sobre todo es consecuencia del caos organizativo de la FIFA, y de lo excesivo del calendario español, que hace necesario ya el cambio a una liga de 18 equipos. No se puede acabar la temporada el día 23 de junio, cuando con las eliminatiorias previas de las competiciones europeas los equipos tienen que empezar la siguiente temporada en agosto. Si a eso le sumamos la pretemporada, las plantillas apenas tienen tiempo para descansar, y eso a la larga lo pueden acabar notando en forma de lesiones y bajones en el rendimiento.
Lo único bueno de las temporadas tan largas es que los aficionados al fútbol estamos cada vez menos tiempo sin ver partidos. Siempre que tu equipo llegue a finales, dispute competiciones europeas, etc., cosa que está al alcance de pocos. Celebremos que entre esos pocos está el Sevilla F.C.
No conozco el Santiago Bernabéu, y tengo ganas de estar en sus gradas, por lo hermoso de su arquitectura y por los acontecimientos históricos que han tenido lugar allí.
Se dice que el Sevilla F.C. podría perder a sus cuatro brasileños para la final de Copa, e incluso para la última jornada de Liga, pues hay posibilidades de que Dunga los convoque para la Copa América de fútbol que empieza el 26 de junio. Lo mismo ocurrirá con Kanouté para el último partido liguero, pues ha sido convocado con la selección de Mali para dos partidos de clasificación de la Copa de África.
Es lo que sucede cuando en un equipo hay tantos internacionales (Duda también ha sido convocado con Portugal), pero sobre todo es consecuencia del caos organizativo de la FIFA, y de lo excesivo del calendario español, que hace necesario ya el cambio a una liga de 18 equipos. No se puede acabar la temporada el día 23 de junio, cuando con las eliminatiorias previas de las competiciones europeas los equipos tienen que empezar la siguiente temporada en agosto. Si a eso le sumamos la pretemporada, las plantillas apenas tienen tiempo para descansar, y eso a la larga lo pueden acabar notando en forma de lesiones y bajones en el rendimiento.
Lo único bueno de las temporadas tan largas es que los aficionados al fútbol estamos cada vez menos tiempo sin ver partidos. Siempre que tu equipo llegue a finales, dispute competiciones europeas, etc., cosa que está al alcance de pocos. Celebremos que entre esos pocos está el Sevilla F.C.
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