A por todas
El Sevilla va a por todas. Va a por todas las competiciones, y en las tres va a por todas.
Un equipo que se queda con diez jugadores y perdiendo, es normal que arriesgue para igualar, y por eso Juande siguió jugando con los dos delanteros después de la expulsión de Ocio. Pero después de conseguir el empate en inferioridad, quedaba toda la segunda parte, con las secuelas que iría dejando el desgaste conforme acabara el partido, y nos enfrentábamos al hasta entonces líder, y uno de los mejores equipos del mundo. En esa situación, Juande siguió manteniendo los dos delanteros, y el equipo no se conformó con el empate, sino que buscó la victoria con todo lo que tenía. El Barça no lo esperaba, pensaba en un partido fácil gracias a la superioridad numérica, y no apretó cuando mejor lo tenía. El Sevilla sí apretó cuando peor lo tenía, y los dioses del fútbol le recompensaron con los tres puntos y el liderato.
Es cierto que en el resultado final influyeron las expulsiones del Barcelona, pero también es cierto que cuando el Sevilla estuvo en inferioridad fue superior a los azulgranas, mientras que cuando ellos estuvieron con uno menos estuvieron a punto de llevarse un saco de goles.
Juande, Palop, Martí, David, Poulsen, y por supuesto Alves dieron una demostración de lo que significa ir a por todas. En tiempos de fútbol rácano y especulativo, se lanzaron a por la victoria sin importarles las dificultades. Ese es el argumento de la temporada que está haciendo el Sevilla, y no sé cuál sera el final de ese argumento, pero su desarrollo está siendo hermoso, espectacular, emocionante...
El Sevilla va a por todas. Va a por todas las competiciones, y en las tres va a por todas.
Un equipo que se queda con diez jugadores y perdiendo, es normal que arriesgue para igualar, y por eso Juande siguió jugando con los dos delanteros después de la expulsión de Ocio. Pero después de conseguir el empate en inferioridad, quedaba toda la segunda parte, con las secuelas que iría dejando el desgaste conforme acabara el partido, y nos enfrentábamos al hasta entonces líder, y uno de los mejores equipos del mundo. En esa situación, Juande siguió manteniendo los dos delanteros, y el equipo no se conformó con el empate, sino que buscó la victoria con todo lo que tenía. El Barça no lo esperaba, pensaba en un partido fácil gracias a la superioridad numérica, y no apretó cuando mejor lo tenía. El Sevilla sí apretó cuando peor lo tenía, y los dioses del fútbol le recompensaron con los tres puntos y el liderato.
Es cierto que en el resultado final influyeron las expulsiones del Barcelona, pero también es cierto que cuando el Sevilla estuvo en inferioridad fue superior a los azulgranas, mientras que cuando ellos estuvieron con uno menos estuvieron a punto de llevarse un saco de goles.
Juande, Palop, Martí, David, Poulsen, y por supuesto Alves dieron una demostración de lo que significa ir a por todas. En tiempos de fútbol rácano y especulativo, se lanzaron a por la victoria sin importarles las dificultades. Ese es el argumento de la temporada que está haciendo el Sevilla, y no sé cuál sera el final de ese argumento, pero su desarrollo está siendo hermoso, espectacular, emocionante...
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